
Que hacer la siesta, además de un placer, conlleva múltiples beneficios para nuestra salud, mejora el rendimiento y nuestro nivel de alerta y otras virtudes es una realidad conocida por la mayoría de nosotros. De hecho, la considerada como el “yoga español” es practicada por múltiples empresas internacionales (como Google, Nike y el New York Times, que brindan espacios destinados a hacerlo en la oficina.
Sin embargo, no solo los adultos pueden disfrutar de sus beneficios, sino también los niños que, gracias a este breve descanso se encontrarán de mejor humor y verán mejorada su capacidad de aprendizaje, entre otros. Los expertos incluso apuntan que lo ideal es que no se echaran una, sino varias, durante la jornada. Pero analicemos esta y otras cuestiones con mayor detalle.
Beneficios de la siesta en los más pequeños
- Mejora la concentración y les permite aprovechar mejor las horas de clase: al menos así lo afirma un estudio publicado en la revista The Proceedings of the National Academy of Sciences, especialmente en la franja comprendida entre los tres y cinco años.
- Favorece el sueño nocturno: el agotamiento puede alterar el descanso del pequeño y fomentar la aparición de terrores nocturnos, problemas de insomnio y similares.
- Regula la liberación de la hormona del crecimiento, esencial para su desarrollo.
- Les ayuda a reponer fuerzas.
- Incide en los procesos de aprendizaje, asentando los conocimientos adquiridos durante la jornada.
- Reduce el riesgo de padecer hiperactividad, ansiedad y depresión en los pequeños de la casa.
La siesta perfecta
Para lograr que su siesta sea perfecta deberás controlar una serie de parámetros como los que enumeramos a continuación:
- Duración: a pesar de que no existe un consenso al respecto, lo ideal para valorar el tiempo que debería pasar acostado es tener en cuenta su actividad física durante el día, la hora a la que se ha levantado y otros aspectos.
- Frecuencia: los especialistas recomiendan que el niño haga dos siestas; una a media mañana y la otra después de comer para reposar la comida.
- Regularidad: respetar sus rutinas resultará fundamental. Trata de que duerma siempre en el mismo sitio, a idéntica hora, etcétera.
- Indumentaria: vístele con ropa cómoda, sin gomas y decántate por prendas de algodón suaves, que no irritarán su piel y les abrigarán si darles demasiado calor. Uno de nuestros conjuntos favoritos está integrado por el Body Cruzado M/L “Stars” y la Polaina Bebé “Stars” (ambos 100% algodón orgánico), de la misma colección que, por cierto, los modelitos con los que Raquel Sánchez Silva decidió equipar a sus mellizos.
- Ambiente y lugar: valora que la habitación pueda quedarse a oscuras por completo, la suavidad de las sábanas, la temperatura del interior del dormitorio, etcétera. Intenta que sea un entorno conocido.
- Acude a su llamada rápidamente y no te alejes: si el niño se despierta y tardas demasiado en acudir a su llamada, es probable que no quiera volver a dormir por miedo a quedarse solo (y desamparado).
Y tú, ¿tienes algún truco para que tu pequeño duerma la siesta?