
La preocupación y desconcierto que sienten muchos padres, sobre todo cuando son inexpertos, cuando no pueden calmar a un bebé que llora desconsoladamente, es algo que crea muchas inseguridades y que les hace preguntarse continuamente si lo están haciendo bien con su pequeño.
Es una de las preguntas más frecuentes, ¿cómo calmar a un bebé que no para de llorar? En situaciones en las que el pequeño está especialmente irascible o irritado por cualquier causa, esto se convierte en una tarea complicada, a veces puede parecernos casi imposible y si encima nos enfrentamos a esta situación por primera vez, un poquito de ayuda no nos vendrá nada mal.
Ante todo debemos tener en cuenta que un bebé, en sus primeros meses de vida, no tiene otra forma de comunicarse ni puede transmitir sus necesidades de otro modo, por lo que utiliza el llanto para hacernos saber que tiene hambre, sueño, que le duele la tripita o hay algo que le está molestando. En nuestra mano está el averiguar qué le puede estar pasando y si descartamos estos puntos y el niño sigue llorando, es cuando tenemos que armarnos de paciencia y poner en práctica las siguientes recomendaciones.
Consejos para calmar al bebé
En la actualidad no existe ningún método infalible ni se ha demostrado que haya ninguna técnica mejor que otra a la hora de calmar a nuestro bebé. Cada pequeño es diferente y puede llegar a tranquilizarse o relajarse de un modo distinto a otros bebés.

Lo más importante es que el adulto esté tranquilo, ya que los bebés perciben muy fácilmente nuestro estado y si nos ponemos nerviosos solo vamos a conseguir empeorar la situación. Antes de coger en brazos al bebé, nos tranquilizamos y nos relajamos y entonces si, ¡estamos listos para calmar a nuestro pequeño!
Como hemos explicado anteriormente, debemos descartar cualquier factor que le pueda estar causando incomodidad. Debemos estar pendientes de las señales que puedan indicar el malestar en el bebé, aunque a veces es difícil encontrar el motivo cuando sus necesidades básicas de comida, higiene y sueño están cubiertas.
Aumenta el contacto físico, en tu regazo es sin duda el lugar donde más protegido se siente tu bebé. Prueba diferentes formas de cogerlo hasta que notes que está cómodo y comienza a mecerle suavemente, los movimientos rítmicos le recuerdan a su vida en el útero y le causan un efecto calmante.
Algo muy normal que asusta a los bebés en sus primeras semanas de vida, son sus propios movimientos involuntarios, por lo que en los últimos años se está retomando una técnica antigua que consiste en envolver al pequeño limitando sus movimientos, como cuando estaba en el interior de su mamá. Para ello, utiliza uno de los arrullos de K'acha diseñados con un tejido natural y suave para que el bebé se sienta a gusto y no le provoque irritaciones en la piel.
Otro consejo que puede dar muy buenos resultados es el paseo. Dar un paseo siempre ayuda a calmar a un bebé, por la casa y, si hace buen tiempo y es una hora razonable, no dudes en hacerlo al aire libre, tu bebé dejará de llorar y también te servirá a ti para despejarte.
Y si no son horas de estar dando vueltas, prueba con un masaje. No es necesario que sigas ninguna técnica específica, simplemente masajea todas las partes de su cuerpo suavemente para ayudarle a relajarse. Puedes probar a bañarle primero y darle el masaje después con un aceite hidratante, si tu bebé lleva mucho rato intranquilo o sobreestimulado, y no existe otra causa importante que esté provocando el llanto, es muy probable que este método funcione.

Según varios expertos, los sonidos monótonos también pueden causar un efecto relajante en el bebé, como el sonido de un extractor, del secador, la lavadora... Estos sonidos le pueden recordar a los que percibía dentro del útero de la madre.
Otro consejo que dejamos para la opinión de cada uno es el permitirle que succione. Algunos expertos reflejan que no hay nada que les tranquilice más que el pecho de mamá, en los casos de lactancia materna. Sin embargo, otros expertos no lo aconsejan en ningún caso, para que el bebé no relacione el consuelo con algo nutritivo y no le genere tanta dependencia que le puede acompañar en todo su desarrollo.
Lo que no debemos hacer para calmar al bebé
Lo que nunca debemos hacer para calmar a un bebé es utilizar infusiones... Su sistema digestivo no está preparado todavía para ese tipo de cosas.
Dejarle llorar para que no se acostumbre a los brazos, es un error que no nos llevará a ninguna parte y que solo provocará un gran desasosiego y un gran temor en nuestro bebé.
Uno de los consejos que te hemos dado, es que debemos hacer movimientos rítmicos al mecerle, pero nunca zarandearle, podríamos hacerle mucho daño sin darnos cuenta.
Poco a poco, a medida que tu bebé vaya creciendo, aprenderás a entenderle mejor y te será más fácil tranquilizarle y calmarle en cualquier momento.